Los colores y como les influyen, continuación
Por: admin | 14 abril, 2014
El rojo
El rojo en toda su gama, transmite un torbellino de sensaciones, se asocia al enfado, la irritabilidad, carisma, poder, energía física. El rojo es el color que más longitud de onda tiene y su frecuencia de impulsos es más lenta que el resto de colores. El rojo activa la excitación y el ritmo de las actividades.
El rojo puede ser adecuado para:
– Resaltar una ocasión especial
– Hacer una llamada de atención
– Desencadenar el deseo de aprender
– Estimular la actividad física
– Fomentar la locuacidad.
E inadecuado para:
– Un niño físicamente hiperactivo
– La calma y el descanso nocturno, o los trastornos del sueño
– Un niño irascible o que se frustre con facilidad
– Para asimilar las nuevas capacidades.
Pequeñas cantidades de este color bien distribuidas estimulan la exploración.
El amarillo
Es el color de la iluminación y la claridad es el color ideal de la primera infancia, pero demasiado amarillo interfiere con la capacidad de escuchar en un niño hablador.
La percepción del tiempo no es igual en un adulto que en un niño, por lo que el color amarillo lo asocian con la luz del sol, conviene usarlo cuando el niño tiene que estar mucho tiempo confinado en una habitación o si tiene que hacer un largo viaje en coche, las mantas o los juguetes, pueden contribuir a mitigar la irritabilidad.
El color amarillo también es recomendable en un proceso de divorcio o la llegada de un nuevo hermano, ya que ayuda a afrontar las emociones y da sensación de bienestar.
el amarillo puede ser adecuado para:
– Levantar el ánimo
– Fomentar la claridad de expresión
– Contrarrestar los sentimientos de aislamiento y soledad
El amarillo puede ser inadecuado cuando:
– El Niño es muy hablador
– Vive solo con adultos